Los errores de posicionamiento SEO dentro del contenido

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La optimización del Posicionamiento Orgánico en Buscadores (SEO) no se limita al análisis de palabras clave, la arquitectura de páginas o la construcción de redes de enlaces cualificados. El copywriting y la calidad del contenido, no ya de la propia información, sino de su presentación y estructura, también juegan un papel fundamental que, de obviarlo, puede arruinar nuestra estrategia de posicionamiento.

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Guía de hosting WordPress y mejores optimizaciones

¿Cómo afecta al Posicionamiento SEO el Contenido?

A estas alturas, decir que el “Contenido es el Rey” o que el “Contenido debe ser de Calidad” resulta una obviedad. Todos reconocemos, explícita o explícitamente, que nuestros contenidos deben cumplir dos factores fundamentales para destacar en el posicionamiento natural de los buscadores:

  • Que aporten valor al usuario, en el sentido que la información contenida en nuestras páginas sean útiles para nuestros visitantes y satisfacen una duda o necesidad que, en ese preciso momento, tienen.
  • Que marquen la diferencia. Es decir, que el usuario no encuentre esa misma información en múltiples páginas: por muy útil que sea nuestra información, si está repetida, el efecto del contenido estará muy diseminado.

Sin embargo, hay un tercer factor que puede eclipsar los dos anteriores, anulando los beneficios que podrían haber supuesto para el posicionamiento de nuestro contenido:

  • Que favorezcan la experiencia de usuario, con una presentación y organización del texto que faciliten su lectura y la captación de la información contenida a lo largo de la página.

Este factor responde a dos necesidades. Por un lado, cuando leemos, nos resulta mucho más cómodo leer un texto que presente una apariencia donde los aspectos más importantes y relevantes del contenido estén destacados y claramente identificados, además de un diseño limpio y ordenado.

Por ejemplo, las dos imágenes siguientes corresponden a una misma página de mi blog, a la izquierda, tal como aparece en la web; a la derecha, quitando todos los elementos de presentación y estructura del texto. Si tuvieras que leer una de ellas, ¿cuál elegirías?:

Cmparativa de una página bien formateada y otra sin apenas formato

La otra necesidad hace referencia a cómo “leemos” realmente las páginas en los navegadores. Habitualmente, no los leemos desde su primera frase hasta la última, sino que nuestros ojos saltan de una parte del texto a otra, “escaneando” el contenido para localizar rápidamente las partes de la información que nos pueda ser útil o en las que estemos interesados.

En este caso, es de suma importancia que “guiemos” el escaneo del usuario para que identifique rápidamente los puntos más importantes del contenido, sin perderse entre los centenares de palabras, además de facilitarle la elaboración de un esquema mental de éste, más allá de lo que una tabla de contenidos puede proporcionar.

Volviendo al ejemplo de la imagen anterior, ¿en cuál de las dos versiones de la misma página te resultaría más fácil detectar o localizar un dato concreto? ¿En cuál de las dos te formarías más rápidamente un mapa mental del contenido de un vistazo? Poniéndonos en la piel de un usuario, ¿cuál crees que estaría más dispuesto a leer?

Sin embargo, no es suficiente con que presentemos y estructuremos nuestro contenido para que sea visualmente atractivo, sino también que lo hagamos de forma útil y significativa; es decir, de forma que destaque los puntos relevantes del contenido y guíe adecuadamente al usuario sin confundirlo ni saturarlo.

Por último, y no menos importante, también debemos adaptarnos a la tendencia de los modernos algoritmos de búsqueda de Google, que favorecen aquellos contenidos que proporcionen una buena experiencia de usuario, premiándolos con una buena posición en los resultados de búsqueda orgánica.

En los puntos siguientes veremos los errores SEO que debemos evitar cuando redactemos páginas web. No sólo para que el usuario se sienta cómodo y motivado cuando escanea nuestro contenido, sino para que Google no penalice nuestro posicionamiento SEO por utilizar un contenido poco atractivo o que aporta una pobre experiencia de usuario.

 

Errores SEO a nivel del sitio web

Estrictamente hablando, este apartado no tiene una relación directa con la redacción del contenido o el copywriting. Sin embargo, lo he incluido porque la mayoría de bloggers también gestionan y configuran su propio sitio web, y estos factores no requieren cualificación técnica y pueden afrontarse sin mayor problema.

Por otro lado, cometer estos errores puede limitar la difusión de nuestro contenido. Y, ¿de qué sirve tener un contenido perfecto si no ponemos facilidades para que los usuarios (y los buscadores) lleguen a él?

 

1. No poner nombre y una descripción al sitio web

Nos centramos tanto en las páginas que, a veces, nos olvidamos que el sitio web también debe tener un nombre y una descripción por sí mismo, independientemente del nombre y la (meta)descripción de cada página/post.

Por ejemplo, el título de un blog de alguien que siempre viaja en autostop podría ser “Diario de un aventurero autostopista” y la descripción algo como “Peripecias y aventuras de un amante de los viajes que recorre el mundo a través de sus carreteras y su gente”.

No necesariamente esta información se mostrará en las páginas del sitio web (normalmente en la cabecera, dependiendo del gestor de contenidos y del tema utilizado), pero sí que permite a los buscadores categorizar más fácilmente el sitio web y asociarlo con las búsquedas sobre su tópico y tópicos relacionados.

En el caso de WordPress, esta opción aparece en el menú Ajustes, opción Generales:

Título y descripción corta de un sitio web en WordPress

 

2. No tener un buen hosting de alojamiento

En realidad, lo ideal sería optimizar el sitio web para reducir todo lo posible su tiempo de descarga y mejorar la evaluación de Google PageSpeed Insights, sobre todo en el apartado de móviles, cada vez más relevante para los buscadores, dado el mayor uso que los usuarios hacen de sus dispositivos móviles.

Sin embargo, una optimización puede requerir cualificación técnica en algunos apartados o circunstancias que un redactor de contenidos/bloguero, experto en su materia, no tiene porqué conocer. Es como tener un coche: yo sé conducir, pero no necesito saber mecánica para hacerlo… aunque debo tener un taller que me preste un buen servicio de mantenimiento y reparación.

En este caso, el equivalente al taller sería un buen proveedor de alojamiento, que ofrecerá dos ventajas indiscutibles:

  • Un bajo tiempo de respuesta del servidor, de forma que los usuarios puedan navegar rápida y fluidamente a través de tus páginas.
  • Un servicio de soporte eficaz, que resuelva en pocas horas, si no minutos, cualquier incidencia técnica que puedas tener.

Sin embargo, no tendremos estas ventajas si contratas hostings gratuitos o demasiado baratos. Además, desde el punto de vista del usuario, una página lenta le ofrece una pobre experiencia y, eso, Google lo sabe, por lo que penalizará nuestro posicionamiento orgánico.

A este respecto, mi experiencia con diversos proveedores de hosting me lleva a recomendar WebEmpresa, proveedor en el que tengo alojado mi sitio web), que tiene un servicio realmente rápido y eficaz, y unos planes de precios muy competitivos, con un descuento del 20% utilizando el código “cupon20”:

WebEmpresa: alojamiento 100% WordPress

 

Otro proveedor de hosting con el que también he tenido experiencias muy positivas (no con mi propia web, sino con webs clientes) es Raiola Networks. Calidad, rapidez y fiabilidad, tanto en el servicio como en el soporte técnico:

Raiola NetWorks: alojamiento WordPress

 

3. Bloquear recursos en el fichero robots.txt

Si no tienes claro qué es el fichero robots.txt, te basta saber que es un fichero de texto que indica qué partes de un sitio web se pueden indexar y cuáles no, y que los buscadores con “buena conciencia” leerán y seguirán sus instrucciones…

Remarco lo de “buena conciencia”: Google, Yahoo, Bing o cualquier otro buscador comercial hará caso del robots.txt, pero Internet está lleno de crawlers y bots que indexan los sitios web y no todos leerán este fichero. Si has leído que se puede utilizar como medida de seguridad para que no accedan a tu web, olvídalo: sí pueden, el robots.txt no impide, sólo informa. Para bloquear accesos hay que usar otras técnicas bastantes más avanzadas.

Dicho esto, el fichero robots.txt genera bastante polémica y no hay un consenso generalizado de qué debería contener y qué no. Configuraciones que se consideraban imprescindibles hace unos años, hoy pueden ser contraproducentes para el posicionamiento.

Salvo que tengas un sitio web bastante grande y que tengas muy claro qué partes no quieres que sean indexadas por los buscadores, mi recomendación es que lo dejes con la versión mínima, que instruye a los buscadores para que indexen todo el sitio web:

User-agent: *
Allow: /

A través de la Consola de Búsqueda de Google puedes comprobar fácilmente tu fichero robots.txt, pero si no sabes dónde o cómo editar el fichero robots.txt, posiblemente el soporte técnico de tu proveedor pueda hacerlo por ti, aunque habitualmente suele contener por defecto solo estas dos líneas o incluso esté vacío:

Contenido por defecto del fichero robots.txt

¡¡Mucho ojo!! Una recomendación muy habitual (que era cierta años atrás) es que se deshabilite el acceso a los directorios que solo contengan ficheros scripts pues no tienen contenido.

Efectivamente, no almacenan contenido, pero sí que pueden intervenir en cómo se muestra el contenido a los usuarios. Los buscadores modernos son lo bastante inteligentes como para entender esos scripts y determinar cómo afectan a la visualización de la página. Si les pedimos que no accedan a los scripts, pueden llevarse una idea equivocada de la apariencia del contenido y penalizarnos.

 

4. No añadir el fichero sitemap a la Consola de Búsqueda

En términos generales, el fichero sitemap contiene la estructura jerárquica de las páginas de un sitio web; es decir, qué páginas tiene y cómo están conectadas entre sí (además de otra información adicional, como fecha de última modificación, número de imágenes, etc.). Un mapa del sitio web, en definitiva.

En general, los buscadores no necesitan este fichero, dado que al indexar un sitio web ya tienen todo lo necesario para hacerse ellos mismos un mapa del sitio web. Sin embargo, si se lo proporcionamos nosotros nos aseguramos de dos cosas:

  • Que no queden fuera algunas páginas que sólo se puedan acceder a través de formularios (los crawlers son tímidos y no rellenan formularios 😉 ).
  • Que el buscador no deje en segundo plano alguna página o post que, sin embargo, sí que es importante para nosotros.

Generar el sitemap manualmente puede ser muy pesado y acaba siendo inmanejable, pues tendríamos que estar actualizándolo ante cualquier cambio del sitio web. Por ese motivo, es conveniente utilizar un plugin (como Yoast SEO) que lo genere automáticamente sin intervención por nuestra parte.

Finalmente, una vez que tengamos elaborado el fichero sitemap, debemos añadirlo a la Consola de Búsqueda, para que el rastreador (“crawler”) de Google pueda utilizarlo:

Subida del fichero sitemap a la consola de búsqueda de Google

 

Errores SEO a nivel de la página web

Los errores que vamos a desentrañar en este apartado siguen sin hacer referencia al contenido propiamente, sino al contenedor, por decirlo de alguna forma, donde se coloca dicho contenido; es decir, la página web como un todo.

De nuevo, como en el apartado anterior, son factores sin requisitos técnicos, que un redactor de contenidos puede acometer perfectamente, pero que afectan a cómo se muestra el contenido al usuario, a cómo el usuario interactúa con la página web y, finalmente, a cómo los buscadores utilizan esta información para posicionar cada página.

 

1. No utilizar un plugin de Posicionamiento

El Yoast SEO, ya mencionado anteriormente, sería un claro ejemplo de este tipo de plugins, aunque también hay otros que, para el propósito que aquí nos ocupa, cumplen sobradamente. Elegir entre uno u otro es cuestión de gustos. Yo prefiero el Yoast SEO porque es el que siempre he utilizado y me ha proporcionado todo lo que necesitaba, pero conozco a personas que utilizan el All in One SEO Pack y tampoco han tenido la necesidad de cambiarlo.

Independientemente del plugin que se elija, debería tener las siguientes características mínimas (y comprenderéis porqué más adelante):

  • Introducir el título de una página (no confundir con el título H1).
  • Introducir la meta-descripción de una página.
  • Evaluar la legibilidad del contenido.

Observaréis que los dos plugins que he nombrado tienen muchas más características que éstas. Esto no significa que no sean útiles o importantes; todo lo contrario, lo son, pero utilizarlas supone una tarea que vaya más allá de la redacción de contenidos (por ejemplo, un análisis pormenorizado de palabras clave), que es en lo que nos estamos centrando en este artículo.

 

2. Dejar el título de la página igual que el encabezado H1

Para evitar confusiones, el título de una página web es lo que sale en la pestaña del navegador cuando navegamos a esa página y que Google muestra habitualmente en los resultados de una búsqueda con el enlace a la página.

Por su parte, el titular H1 de una página correspondería con el titular de esa página, que debe aparecer al principio, y que identifica o resume su contenido en una frase corta.

Se tiende a dejarlos iguales y, de hecho, los temas (“themes”), e incluso los plugins de posicionamiento SEO, por defecto ponen el título de una página igual al titular H1 de su contenido.

Sin embargo, deberíamos redactar cada uno expresamente para el cometido al que están dirigidos, con lo que:

  • Estamos aprovechando una oportunidad para aportar más información sobre el contenido, que los buscadores pueden utilizar para evaluarlo y posicionarlo más favorablemente.
  • Dado que el título de la página se muestra en los resultados de búsqueda, lo ideal es escribirlo de forma que resulte más atractivo al usuario cuando lo vea y así pinche en nuestro enlace.

 

3. Dejar la meta-descripción en blanco o por defecto

La meta-descripción es un texto corto, de una o dos frases, con un máximo de 150-160 palabras que describe de forma muy resumida el contenido de una página. En los resultados de búsqueda de Google suele mostrarse debajo del título de la página, aunque Google puede mostrar fragmentos del contenido, dependiendo de las palabras de búsqueda utilizadas por el usuario o cuando esa página no tiene meta-descripción:

La meta-descripción suele aparecer en los resultados SERP de los buscadores

Según el tema que utilicemos o de la configuración del plugin de posicionamiento, la meta-descripción puede formarse a partir de las primeras frases del contenido o por una combinación de varios fragmentos. Pero, de nuevo, esta solución está lejos de ser la ideal.

Los buscadores utilizan la meta-descripción, y le dan mucha importancia, para saber de qué va el contenido de esa página y asociarla con determinadas temáticas o palabras clave. Frases pre-construidas o y una frase extraída sin más del contenido pueden hacer que esa página pierda relevancia, y posiciones, frente a otras páginas.

Por tanto, siempre debemos procurar que la meta-descripción sea un resumen relevante del contenido de la página, destacando aquellos conceptos o términos a los que queremos que el buscador preste más atención para posicionarlo.

 

4. No incluir una tabla de contenidos

Añadir una tabla de contenidos a nuestros artículos presenta dos ventajas importantes:

  • Facilita la navegación del usuario a través de los contenidos, accediendo directamente al ítem de información en el que realmente está interesado (es decir, un plus en la experiencia de usuario)
  • Cuando el rastreador de Google encuentra una tabla de contenidos, no necesita analizar la página para determinar (o “adivinar”) su estructura. Más importante aún: valora positivamente que exista una tabla de contenidos por el efecto beneficioso que tiene sobre la experiencia de usuario.

Para no tener que crearlos manualmente, lo que requiere conocimientos de HTML, existen plugins que generan las tablas de contenidos automáticamente a partir del etiquetado de los títulos H1, H2 y H3, por lo que el redactor sólo tiene que preocuparse de añadir el código (“shortcode” en WordPress) en el lugar donde quiere que aparezca.

 

5. No tener una página 404 personalizada

Enlaces rotos provocan errores 404
Error 404: Código de un enlace roto

No hay nada que frustre más a un usuario que llegar a nuestro sitio web a través de un enlace… y que se le muestre una página con un enorme texto “Error 404” o similar, porque esa página no existe… ¿Qué creéis que hará este usuario? Dejad que os lo diga yo: huirá despavoridamente a buscar lo que necesita en otra parte. Consecuencia: Pésima experiencia de usuario (que pagaremos en el posicionamiento).

Todo usuario que llega a una página de error 404 es una oportunidad perdida de “engancharlo” con información que pudiera ser de su interés. Posiblemente, ese usuario ha llegado a nuestra página a través de un enlace que tenía una  errata, lo que significa que, a priori, estaba interesado en algún de contenido de nuestra web.

Por tanto, debemos aprovechar esta página de error para mostrarle información sobre nuestro sitio web y facilitarle la navegación a través de ella para que encuentre lo que vino a buscar. Por ejemplo, incorporando una lista de enlaces de los artículos más relevantes, un buscador o un mapa: algo que no le haga sentirse perdido.

Además, ¡no seamos antipáticos!, mostrémosles también una página 404 original y divertida, para que el usuario al menos esboce una sonrisita y tenga ganas de quedarse a conocernos un poquito más 😀

 

Errores SEO en la estructura del contenido

No leemos las páginas web, sino que las escaneamos
En Web, no leemos, sino que escaneamos

Ahora entramos de lleno en lo que es la redacción propiamente dicha del contenido, de cómo debemos organizarlo para que cumpla los siguientes objetivos:

  • Sea fácil de “escanear” por parte del usuario (tal como ya vimos en la introducción de este artículo).
  • Guíe el escaneo del usuario a través de los puntos que queremos destacar y que le queden en la memoria.
  • Permita la lectura fluida y rápida comprensión del texto.

El plugin Yoast SEO, al que ya me he referido varias veces, incluye un módulo de evaluación de la legibilidad del texto (del inglés “readability”). No te obsesiones con la puntuación que te pueda dar, porque está optimizado para la lengua inglesa, pero revisa sus recomendaciones por si fueran útiles para redactar mejor tus textos.

Por otro lado, la “legibilidad” es bastante más de lo que Yoast SEO o cualquier “calculadora de legibilidad” (sí, algo así existe) pueda evaluar. Escribir es un arte y no se puede reducir a un mero conjunto de fórmulas matemáticas: podrían escribirse textos absurdos que, sin embargo, tengan una excelente nota de legibilidad.

 

1. No utilizar al menos dos encabezados H2

Salvo que el post sea bastante corto (menos de 400-500 palabras), debería tener al menos dos titulares con la etiqueta H2. Si no los tuviera, deberíamos revisar el texto e intentar reorganizar los conceptos para que sea posible una división (no forzada y con sentido) en al menos dos secciones, cada uno con un titular H2 (y éstos a su vez, posiblemente, con los subtitulares H3 que puedan necesitar).

El propósito de esta medida es doble:

  • Por un lado, facilitamos el escaneo a los usuarios que, de un vistazo, detectan donde se localizan los conceptos relevantes del texto, sin perderse en una larga sucesión de párrafos que se suceden pantalla tras pantalla.
  • Por otro lado, los buscadores dan mucha importancia a las palabras utilizadas en los titulares H2 (también a los H3, aunque en menor medida), por lo que son una oportunidad no solo para organizar el contenido, sino para insertar nuestras palabras claves (con sus sinónimos o variaciones) y sean evaluadas para el posicionamiento.

En la práctica, para no andar contando palabras, una referencia válida sería procurar que en la pantalla del ordenador siempre se viera al menos un encabezado, no necesariamente H2 o H3, aunque tampoco más de dos. De esta forma, el usuario siempre tiene un “ancla visual” que le sitúa en el contenido.

 

2. Abusar de los encabezados H2 o H3

Puesto que los titulares H2 y H3 son tan importantes desde el punto de vista del Posicionamiento SEO, nos podemos sentir tentados a sobreutilizarlos y encabezar secciones cuyo texto sea uno o dos párrafos de dos o tres frases como mucho, con el fin de colocar (con calzador y un poco de vaselina) nuestras palabras clave.

No lo hagáis. Esto podría funcionar tiempo atrás, pero ahora los buscadores son capaces de detectar la sobreoptimización de palabras clave y hasta pueden llegar a penalizar el posicionamiento orgánico de las páginas que abusen de esta práctica, tanto en los titulares como en el propio texto.

Además, ¿qué aporta al usuario poner secciones con encabezados y cada sección con apenas dos párrafos de tres o cuatro líneas)? Al usuario lo confunde, no sabe distinguir qué es más importante, porque todo “parece” importante.

Además, el HTML proporciona una herramienta maravillosa cuando queremos enumerar conceptos relativamente sencillos que requieran menos de 50-70 palabras: las listas. El usuario lo apreciará… y los buscadores también.

 

3. Utilizar secciones con menos de 100-150 palabras

Si todo lo que podemos decir en una sección apenas ocupa 100 palabras, solo puede significar dos cosas:

  • Estamos abusando de los encabezados H2-H3, quizás inconscientemente. En tal caso, revisemos el texto para estar seguros que no estamos separando secciones artificialmente cuando podrían tratarse perfectamente como una sola o sustituir varias secciones consecutivas por una lista.
  • Hemos desarrollado poco el concepto de esa sección. En otras palabras, que deberíamos investigar algo más para ofrecer información más completa y detallada sobre dicho concepto.

Para que os hagáis una idea, 100 palabras es lo que lleva este subapartado hasta AQUÍ…

 

Ahora imaginaos seis o siete secciones, todas con el mismo encabezado, sea H2 o H3, con una longitud máxima de estas 100 palabras (habitualmente, dos párrafos): ¿os parecería natural una división así de un texto que estuvierais leyendo? Que haya alguna sección así, es posible, pero ¿todos? Tendría la apariencia de ser algo forzado, y lo que le gusta a los usuarios y los buscadores es la naturalidad.

 

4. Utilizar secciones con más de 250-350 palabras

El caso contrario, secciones demasiado largas, también puede tener consecuencias negativas. Ya lo adelanté unos pocos párrafos arriba: que siempre haya algún encabezado, de H2 a H6, a la vista en una resolución típica de una pantalla de ordenador.

Para conseguir este efecto visual, el texto de la correspondiente no debe tener más de 250-350 palabras, en función del tema que estemos utilizando.

Pero el propósito de esta recomendación no es simplemente para que el usuario siempre tenga una referencia visual de su localización dentro del texto, sino porque si no somos capaces de transmitir una idea o concepto en menos de unas 300 palabras, puede significar dos cosas:

  • Que es un concepto de cierta complejidad y que deberíamos desglosarla en al menos otro apartado más; por ejemplo, con una primera parte más general, introductoria, y una segunda parte más detallada o con ejemplos.
  • Que estemos mezclando dos o más conceptos. Yo diría que es lo más habitual; todos nos ponemos a escribir según nos vienen las ideas a la cabeza y, como dominamos la materia, nos sale así, como muy natural. Pero lee la sección pausadamente y te darás cuenta que quizás empezaste explicando una cosa y de pronto hiciste referencia a otra idea, relacionada, sí, pero que puede confundir al usuario.

 

5. Párrafos demasiado cortos o demasiado largos.

Los post de un blog no son un telegrama: usa párrafos legibles
No hagas que tu post parezca un telegrama

Lo reconozco… Me pone de los nervios 🙁 Cuando llego a un artículo, sobre un tema que me interesa (por eso he llegado a él 😀 ), pero de pronto veo una sucesión interminable de “párrafos” de una línea o línea y media…

Es como si leyera un telegrama. STOP.

Y con cada salto de línea pierdo el hilo. STOP.

O cuando varios párrafos-frase están muy ligados. STOP.

Tengo que adivinar cuál es el primero y cuál el último. STOP.

Siguiendo la continuidad semántica entre las frases. STOP.

¿A qué es una lata tener que leer línea a línea?… STOP 😉

Vale, lo he llevado un poco al extremo, pero quería ilustrar que los párrafos tienen un fundamento y que no deberíamos obviarlo. De acuerdo que la lectura en una pantalla no es lo mismo que en papel y los párrafos no deben ser extensos, pero tampoco hay que forzarlo.

En general, un párrafo debería ser lo suficientemente corto para que se pueda “escanear” (“leer”) de un vistazo, pero lo suficientemente largo para que no sea necesario escanear el siguiente párrafo para captar el significado completo de lo que está transmitiendo.

Con párrafos de una línea, probablemente haya que escanear que tres o cuatro párrafos seguidos, mientras que un párrafo de tres líneas solo necesita un escaneo: comodidad para el usuario, que tendrá una grata experiencia de navegación (y nos seguirá leyendo, y contribuirá al posicionamiento SEO, y acabemos todos más contentos).

Por otro lado, con párrafos muy largos, el usuario literalmente se pierde entre tanta palabra y seguramente ignore ese párrafo y escanee otro más “asequible”.

Ahora bien, ¿cuál sería el tamaño ideal? No os obsesionéis contando palabras, pero cada vez que tengáis un párrafo de una o dos líneas, plantearos si realmente tiene sentido dejar así una frase aislada o si tiene relación con el párrafo anterior o posterior y se podría añadir a uno de ellos.

De la misma forma, si tenéis un párrafo de más de 6 ó 7 líneas, preguntaos si no estaréis condensando demasiada información en un solo párrafo y si se podría dividir en otros dos.

¡Ah! Que no se me olvide: poner separación suficiente entre párrafos para que sea fácil distinguirlos, ayudando así al escaneo del usuario.

 

6. Hacer listas de más de 6-8 puntos.

Este artículo presenta 25 errores SEO que se pueden cometer durante la redacción del contenido de una página web o un post. ¿Os imagináis que hubiera puesto directamente estos 25 puntos en una lista, uno detrás de otro?

Las listas son herramientas muy poderosas. Por un lado, visualmente son llamativas y rápida y fácilmente identificables en medio del texto (recordad, el usuario nos escanea…). Por otro lado, nos ayudan a relacionar sus elementos bajo un epígrafe común (y hacernos un esquema mental más certero)

Sin embargo, listas demasiado largas destrozan ambas ventajas. Si tienes muchos elementos, deja de destacar visualmente: en vez de una sucesión de párrafos, tenemos una sucesión de párrafos con viñetas y sangrado. Sería similar a cuando vimos que el texto de una sección no debería ser demasiado largo.  Además, también dificulta nuestra elaboración del mapa mental.

Cuando elabores una lista que tenga más de 6-8 puntos, revísalos atentamente y hazte esta pregunta: ¿sería posible agruparlos en dos listas separadas, cada una bajo un epígrafe distinto?

 

Errores SEO en el texto del contenido

Bajamos otro peldaño, desde lo más general a lo más específico, y ahora nos vamos a centrar en los errores SEO más habituales que podemos cometer relacionados o incluidos en el propio texto.

Los errores, en este caso, no están tan relacionados con la legibilidad, como en el apartado anterior, sino con el uso inadecuado de algunas etiquetas o elementos HTML que pueden ayudar a potenciar el posicionamiento orgánico de la página web, ya sea porque se infrautilizan o se sobreutilizan.

En ocasiones, estos errores se producen por una concepción errónea de algunas técnicas de posicionamiento o porque éstas hayan podido quedar obsoletas con las continuas actualizaciones de los algoritmos de búsqueda.

 

1. Redactar contenidos con menos de 500-600 palabras

Quizás esta recomendación os sorprenda porque habitualmente se mencionan 300 palabras, pero eso ha dejado de ser así desde hace tiempo. No es que más de 500 palabras sea la panacea y dispare nuestro posicionamiento en los buscadores, pero sí que da más “material de trabajo” para que los algoritmos de búsqueda puedan posicionarnos mejor.

Desde el punto de vista práctico (que, en mi opinión, suele ser lo más clarificador), un artículo con 300 palabras se puede leer en menos de un minuto, necesitando apenas dos minutos para 500-600 palabras. No parece una barrera demasiado grande para los usuarios. Además, si el usuario ha llegado a nuestro artículo es porque tiene interés: no le dejemos con la miel en los labios dándole poco contenido.

De hecho, como podéis ver en este artículo y este otro (en inglés), la longitud recomendada de los artículos supera las 2.000 palabras. Por un lado, porque proporciona más información al usuario y quedará más satisfecho; por otro, porque más contenido nos permite utilizar más extensamente diferentes técnicas (etiquetas HTML) para posicionarlo mejor.

 

2. Obsesionarse con las palabras clave

Utilizar las palabras clave y sus variaciones con naturalidad
Palabras claves, sí. Pero con inteligencia

Otra herencia de tiempos pasados, cuando los algoritmos de búsqueda analizaban exclusivamente las cadenas de texto, sin valorar las posibles transformaciones (formas verbales, plurales,erratas, etc) o sinónimos de las palabras clave.

Era esa época en que podíamos encontrar una determinada palabra clave o combinación de palabras claves repetidas hasta la saciedad en el título, los encabezados, en cada párrafo o incluso cada frase, en negrita, en cursiva… Se escribía para las máquinas, no para las personas… y así le ha ido.

Actualmente, con la irrupción de la inteligencia artificial, el análisis de los grandes datos (“Big Data”) y el aprendizaje automático, los algoritmos de búsqueda hacen un verdadero análisis semántico del contenido, penalizando los contenidos que muestre una repetición excesiva o artificial de palabras clave.

¿Significa esto que debemos olvidarnos de la densidad de palabras clave? Pues sí… y no. La densidad de palabras clave sigue siendo importante, pero no tal como lo hemos conocido hasta ahora, que estaba centrada en la repetición (casi) exacta de la cadena de texto que representaba la palabra clave.

Más que pensar en palabras clave, tenemos que pensar en variaciones de una palabra clave, y fijarnos en la densidad de estas variaciones. Estas variaciones incluyen tanto transformaciones que una palabra puede experimentar (formas verbales, plurales, adjetivaciones, sustantivaciones, etc.) como sinónimos o expresiones de significado parecido.

Por lo demás, debemos seguir procurando que las palabras clave aparezcan en los lugares relevantes de siempre: título de la página, encabezados H1-H3, en negrita, en cursiva y repartidas oportunamente a lo largo del texto. Pero siempre en frases que tengan sentido, que resulten naturales e introduciendo variaciones a medida que vamos descendiendo el nivel (es decir, más exactas en títulos y encabezados, y con más variaciones a medida que descendemos por el texto).

 

3. No utilizar enlaces internos y externos

Los enlaces internos y externos mejoran tu posicionamiento en buscadores
Enamora tu post con enlaces internos y externos

No concibas tus páginas como elementos independientes y autocontenidos. La verdadera potencia de las páginas web es su capacidad de interacción, de conectar unas con otras para relacionar la información que contienen a través de enlaces HTML.

Cuando el usuario llega a tu página lo hace movido por algún interés o necesidad que espera resolver leyendo tu contenido o, al menos, que le acerque a su objetivo. Así que aprovecha la capacidad de enlazar páginas para ayudarle a conseguirlo, tanto con enlaces internos (a otras páginas de tu sitio web) como externos (páginas de otras webs):

  • Mediante los enlaces internos consigues dos cosas importantes: (1) que el usuario siga navegando por tu web; y (2) darle relevancia a otras páginas que consideras que tienen contenido de interés. Ambos aspectos muy valorados por los buscadores.
  • Mediante los enlaces externos quizás “pierdas” el usuario, porque se va a otro sitio web, pero si consigue su objetivo en ese sitio web, has sido tú quien lo ha dirigido a él. Y esto también lo valoran los buscadores. En términos futbolísticos, no sólo es importante quien marca el gol, sino quien le hace el pase o la asistencia.

Por tanto, siempre que puedas y tenga sentido, amplía la información de tu contenido con enlaces tanto a páginas propias como externas. Siempre con la condición inquebrantable de que sea contenido relacionado que amplíe o aclare algún concepto de tu propio texto. No enlaces por enlazar: producirá frustración en el usuario, que deberá seguir navegando y buscando.

En general, los enlaces internos siempre suelen ponerse DOFOLLOW; es decir, que los rastreadores de los buscadores también rastreen esas páginas.

En cambio, no hay una norma general para los enlaces externos. Debería haber tanto enlaces DOFOLLOW como NOFOLLOW, aunque no hay consenso sobre la cantidad y la proporción entre ellos.

En mi caso, la mayoría de los enlaces externos los añado al final, cuando prácticamente he terminado el texto. Mientras lo reviso, si veo algo que sería importante ampliar y que no pueda hacerlo con una página interna, entonces busco buenas referencias e incluyo un enlace.

El que sea un enlace DOFOLLOW o NOFOLLOW lo hago en función del tipo de página. Si es comercial (tipo Google, Amazon, Microsoft, grandes firmas…), los suelo poner NOFOLLOW. Cuando son blogs o páginas institucionales, les suelo poner DOFOLLOW; lo veo como una forma de agradecimiento y apoyo al trabajo que han hecho.

 

4. No marcar el texto para destacar determinadas palabras o frases

Ya lo mencionamos cuando tratamos los errores SEO de la estructura del contenido: los usuarios no leen las páginas web, las escanean. En ese apartado, vimos cómo podíamos estructurar el contenido para facilitar el escaneo y guiar los ojos del usuario a través del texto.

Pero ahí no acaba lo que podemos hacer. Las opciones de formato de texto que proporciona el HTML nos permiten atraer la atención a puntos mucho más concretos del contenido, destacando los conceptos relevantes que sean del interés del usuario.

En este punto siempre nos acordamos de las negritas y las cursivas, que en efecto son los más habituales. Además, los algoritmos de búsqueda prestan especial atención a las palabras marcadas en negrita y cursivas, lo que debemos tener en cuenta para destacar las distintas variaciones de nuestras palabras clave.

Sin embargo, tenemos otras posibilidades. Así, HTML nos permite cambios de tipo de letra, cambios de color o cambios del tamaño de letra. Aunque tampoco conviene utilizarlas demasiado, no debemos olvidar que tenemos esa opción para cuando las negritas o las cursivas nos resulten insuficientes para destacar algo. Además, añaden algo de variedad a la monótona sucesión de palabras del texto y alegran un poco la vista 🙂

Por ejemplo, algo que está extendiéndose es destacar frases con un tamaño de letra más grande, e incluso enmarcarlas, con la posibilidad de compartirlas en las redes sociales. Con este método, no solo se destaca esa frase, sino que multiplica la posibilidad de que el usuario lo difunda y atraiga más visitas.

 

5. Canibalización

Canibalización: cuando competimos contra nuestras propias palabras clave
¿Tus posts compiten por la misma keyword?

Aunque a primera vista pueda parecer que no es un error SEO asociado al contenido, pues involucra a más de una página web, en última instancia se produce canibalización porque dos o más páginas posicionan por una misma palabra clave (o variación) y éstas sí que están dentro del contenido.

Si hay canibalización, cuando un usuario busca por una palabra clave, esas páginas compiten entre sí para aparecer en los resultados de búsquedas y pueden pasar dos cosas:

  • Que el algoritmo de búsqueda elija una de las páginas. Malo, muy malo, porque las demás páginas pierden visibilidad.
  • Que el algoritmo de búsqueda no sepa cuál elegir. Entonces muestra todas… pero repartiendo la relevancia (o ranking) entre ellas; es decir, que saldrían en posiciones, o incluso páginas, más retrasadas. También muy malo, casi peor: todas las páginas pierden visibilidad.

La canibalización puede ser un verdadero dolor de cabeza, por lo que debemos ser cuidadosos a la hora de elegir nuestras palabras clave para cada página de nuestro sitio. Este artículo os puede ayudar a cómo prevenir y detectar la canibalización, y cómo actuar en consecuencia.

 

Errores SEO en las imágenes

Sí, las imágenes también son contenido… Pero muchas veces son la gran “olvidada” incluso en artículos, por otro lado, de gran calidad.

Ya sea porque las imágenes se suelen dejar al final (normal, cuando ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir) y ya estamos algo cansados, ya sea porque nuestra, ejem, “destreza” artística termina donde empieza hacer la “O” con un canuto, lo cierto es que habitualmente no se aprovecha todo su potencial en el posicionamiento de nuestra página.

Veamos, pues, cuáles son los errores que más nos pueden perjudicar desde el punto de vista de la optimización del posicionamiento orgánico:

  • No incluir imágenes. Ya lo decíamos cuando éramos niños: “¡Qué aburrido! No tiene ningún dibujo”. Sí, nuestros usuarios son adultos, pero no han perdido ese retazo de sabiduría infantil. Tú mismo: entre un texto con imágenes y una sucesión infinita de texto, ¿cuál leerías primero?
  • No incluir imágenes contextuales. Dicho de otra forma, el artículo trata sobre los riesgos del bronceado en los países nórdicos 😉 y ponemos una imagen de una gacela huyendo de un león… Las imágenes funcionan como guías del escaneo del usuario por la página: si lo guiamos mal, se nos va… malhumorado.
  • Utilizar imágenes sin palabras clave en sus atributos. Por atributos, me refiero el nombre del fichero, el texto alternativo (etiqueta ALT) y la leyenda de pie de foto (si tuviera). ¡Que a estas alturas aún haya ficheros de imágenes con un nombre tal como “DSC-340902398029.jpg”! Los algoritmos de búsqueda leen, pero no ven (por ahora): utilicemos estos atributos para explicar la foto y, de paso, incluir variaciones de nuestra palabra clave.
  • No comprimir “TODAS” las imágenes. Remarco lo de “todas” porque no es suficiente con comprimir la imagen que subimos al gestor de contenidos, sino también aquellas que éste, o los plugins, generan automáticamente (sobre todo, en temas con diseño responsivo). A este respecto, este artículo os muestra cómo comprimir rápida y fácilmente las imágenes generadas en WordPress.

 

Conclusiones

Indudablemente, los contenidos de calidad atraen usuarios y les anima a quedar en nuestra página. Pero la calidad del texto, por sí misma, no basta en un entorno tan visual y competitivo como las páginas web, donde todo está a un clic de ratón de distancia.

Debemos ofrecerle al usuario un plus, un sello de distinción, algo que no solo atraiga por la calidad de la información del contenido, sino por cómo está estructurado y por cómo utiliza las etiquetas HTML para darle forma y guiar al usuario en su lectura/escaneo de la página.

Los algoritmos de búsqueda están diseñados con este objetivo: distinguir no sólo los contenidos de calidad (es decir, información relevante y útil), sino también evaluar la presentación de dicho contenido y la respuesta del usuario al navegar por él.

Descuidar algunos aspectos relativamente básicos, que apenas requieren cualificación técnica, tanto en la propia redacción del contenido como en su presentación visual, puede hacer que contenidos de calidad queden hundidos en  las páginas de resultados de los buscadores. Blogueros y redactores de contenidos pueden conseguir que sus páginas posicionen mucho mejor sin cambiar sustancialmente los textos.

El alcance de los errores SEO que se pueden cometer relacionados con el contenido y el copywriting afecta a varios niveles, desde el sitio web visto como un todo, hasta la edición misma de las palabras del texto.

En este artículo hemos repasado los errores que, en cada uno de estos niveles, el bloguero y el redactor de contenidos pueden evitar sin más que alterar mínimamente su rutina de trabajo y con apenas impacto en su tiempo total de dedicación para la elaboración de un artículo.

La contrapartida: construir una página atractiva para los usuarios que les motivará para continuar leyéndola y, paralelamente, la valoración positiva de los algoritmos de búsqueda, que colocarán nuestras páginas en mejores posiciones de los resultados de búsqueda y en mucha mejor disposición para disputar en áreas o palabras clave muy competidas.

 

¿Qué opinas de los errores SEO relacionados con el contenido descritos en este post? No siempre es fácil determinar cuál de ellos es más relevante o cómo puede afectar al Posicionamiento Orgánico, ¿estás de acuerdo con ellos, o quitarías alguno o añadirías otros? ¿Cuáles?

Imágenes: freepik, elaboración propia.

 

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Copywriting y Posicionamiento SEO: Cómo evitar penalizaciones
Etiquetas: blogging    copywriting    experiencia de usuario
Sobre el autor,
Consultor SEO Freelance, Ingeniero Superior de Informática y Experto Universitario de Social Media Marketing, con más de 20 años de experiencia en gestión de Proyectos Web y Nuevas Tecnologías.

Hay 8 comentarios acerca de:
    “Copywriting y Posicionamiento SEO: Cómo evitar penalizaciones

  • 25/07/2018 a las 18:31
    Enlace permanente

    Aunque han pasado 2 años me he leído todo el post y sorpresa que mi página de reviews que estoy empezando con infinita pasión e ilusión no tenía Título ni Descripción… ¡me he echado las manos a la cabeza! y mandado una captura de pantalla al socio con el que comparto proyecto.

    Gracias!

    Responder
    • 01/08/2018 a las 10:32
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      Hola, David:

      Buena cosa que te hayas dado cuenta en las primeras fases de proyecto y puedas corregirlo fácil y rápidamente 🙂 Me alegro que el post te haya sido útil. ¡Mucha suerte en tu aventura!

      ¡Un saludo!

      Responder
  • 28/08/2016 a las 11:55
    Enlace permanente

    Muy buen post, solo puedo felicitarte.
    Siempre es bueno, aunque ya conozcamos la mayoría de los conceptos, repasarlos todos para así poder hacer recordatorio de posibles errores que tengamos en la página, ya que no siempre nos fijamos o estamos atentos en cada uno de los conceptos.
    Me ha ido bien precisamente ahora ya que estoy reeditando los textos de la web de un cliente.
    Saludos!
    Dani

    Responder
    • 28/08/2016 a las 13:08
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      Hola, Dani:

      Gracias por tu comentario. Me alegro que el post te haya ayudado en tu tarea 🙂

      Tienes razón en lo que comentas, que no son conceptos especialmente complicados o innovadores, pero que en el ajetreo del día a día podemos olvidarlos sin darnos cuenta. Esa fue un poco la motivación de este post: el tener todos estos conceptos reunidos para hacer más fácil su seguimiento.

      ¡Gracias y un saludo!

      Responder
  • 31/07/2016 a las 3:11
    Enlace permanente

    Imprescindible post. Me ha encantado. Muy clarificador a la hora de establecer una visión más amplia del SEO. No sé trata sólo de posicionar, de trabajar para los buscadores, sino de entender que estamos intentando establecer una comunicación relevante con las personas. El SEO es el comienzo de esa senda comunicativa que sólo alcanzará su meta si el complejo conjunto de diferentes estrategias y técnicas implicadas (entre las que destaca el copywriting) trabajan de forma conjunta para lograrla. El SEO sin una visión de conjunto no es nada. Lo dicho, entusiasmado.

    Responder
    • 01/08/2016 a las 18:45
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      Gracias, Quique, me alegro que el artículo te haya producido tanto entusiasmo 🙂

      Sin duda, el SEO está evolucionando, para hacerlo más humano y cercano a nuestro día a día. El copywriting bien entendido, en ese aspecto, es un ladrillo fundamental dentro de esa estructura que es el posicionamiento.

      Un saludo y hasta la próxima!!

      Responder
  • 26/07/2016 a las 18:55
    Enlace permanente

    Muy chulo el post Antonio,

    Es cierto que siempre hay que prestar especial atención al copywritting a la par que al SEO, a veces solemos dejar una de las dos de lado en beneficio de la otra y en la mayoría de ocasiones es un error.

    ¡Gracias por la mención!

    Un saludo,
    Mario

    Responder
    • 27/07/2016 a las 13:59
      Enlace permanente

      Gracias a ti, Mario, por pasarte por aquí y dejar un comentario 🙂

      La verdad es que tu artículo era un complemento perfecto para lo que quería explicar, con una magnífica comparativa de las ventajas e inconvenientes entre artículos largos y artículos cortos. No podía menos que incluir una referencia 🙂

      Tienes razón en lo que comentas y es un poco lo que me llevó a crear esta guía. He visto artículos brillantemente redactados pero que no están adaptados al contexto en que van a ser leídos (esto es, una pantalla) ni están optimizados para el posicionamiento. Mientras que otros parece que están escritos sólo para los bots de los buscadores, quedando poco atractivos o pesados para ser leídos. Por no mencionar ya aquellos que están sobreoptimizados o que utilizan técnicas SEO obsoletas, pero esa… ya es otra historia 😉

      Gracias de nuevo y hasta la próxima!!

      Responder

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