Motivación, disciplina, paciencia, perseverancia… Son algunas cualidades que suelen mencionarse sobre cómo empezar un blog. Cualidades que también se aplicarían a otras múltiples disciplinas, desde superar un máster a completar una maratón. ¿Qué más podría ayudar al nuevo bloguero principiante a superar el primer año de supervivencia y que el camino no sea aún más duro de lo que ya es?
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Si no tienes tiempo ahora, puedes saltar directamente a las conclusiones del artículo.
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Supongamos que una persona quisiera empezar a correr, ahora que está tan de moda esto del “running”. Le podemos hablar de automotivación, de constancia, de paciencia, de definición de objetivos claros, de tener expectativas realistas, …
¿Significa esto que estaría preparado para lanzarse sin más a la calle, que empiece a comerse kilómetros y acuda a una carrera popular el próximo domingo? Si nunca ha corrido antes, no conocerá sus límites, ni sabrá cuál es la mejor forma de correr, ni entenderá las señales que le envíe su cuerpo, ni conocerá qué alternativas de entrenamiento tiene…
¿Y cuál sería el resultado final? Que acabará hasta las narices de esto del “running”: se sentirá agotado física y mentalmente después de pocas semanas, creerá que no está hecho para eso o, peor, que acabe lesionado y abandone el “running” y cualquier otro ejercicio físico para siempre.
Y de nada habrá servido toda la charla motivacional.
¿Por qué? Porque, además de esta charla, necesita un plan definido y concreto. “Algo” que pueda seguir punto por punto, sin tener que descubrirlo por él mismo a base de prueba y error (que también, pero al menos de forma controlada).
Un entrenador personal, por ejemplo, además del soporte emocional y motivacional, también le proporcionaría ese plan, adaptado a las características físicas de su pupilo para que ni se sienta abrumado ni superado por lo que debe hacer.
Y todo esto, me preguntaréis, ¿qué tiene que ver todo esto con cómo empezar un blog? Después de todo, habéis venido aquí para hablar de blogs, no de “running” 😉 Pero veréis como todo esto cobra sentido en unas pocas líneas.
Quizás hayáis oído hablar acerca de la altísima tasa de abandono de los blogs durante su primer año. Aunque no he encontrado ninguna referencia “oficial”, este artículo del New York Times de 2009 (que, a su vez, toma a Technorati como fuente aunque sin incluir ningún enlace) menciona una tasa del 95%.
A poco que busquéis por Internet, encontraréis el debate, que nunca acaba de cerrarse del todo, acerca del porqué los blogs se abandonan tan prematuramente, junto con consejos para no formar parte del “grueso” de la población de blogs.
La mayoría de las recomendaciones hacen referencia a la automotivación, la constancia, la paciencia, la definición de objetivos claros, tener expectativas realistas, … Sí, prácticamente lo mismo que para el corredor que contaba antes.
Consejos muy valiosos para quien quiera empezar un blog sin experiencia anterior, de forma que asuma mentalmente que “montar un blog” puede ser técnicamente bastante fácil pero, para que seguir adelante, deberá implicarse y comprometerse al máximo con su blog.
Sin embargo, salvo que tenga experiencia anterior como bloguero, el recién llegado no sabe realmente por dónde empezar ni concibe los obstáculos o factores que deberá afrontar (y, a veces, tampoco los más experimentados).
Y no hablemos ya cuando se entera de “algo” que se llama Posicionamiento Orgánico en Buscadores y le digan que si no lo optimiza, que se olvide de salir en la primera página de Google. Vamos, lo que es quedarse relegado en la Oscuridad para toda la Eternidad.
A medida que el tiempo avanza, todos estos factores van saliendo a la luz y se acumulan uno tras otro, haciendo que el “neo-blogger” pueda sentirse abrumado y darse por vencido. Como nuestro “neo-runner”.
Como no todos podemos tener un “bloguentrenador personal”, a continuación vamos a ver cuáles serían esos primeros pasos que el bloguero principiante debería dar cuando arranca su blog con toda la ilusión y energía del mundo para que éste, al menos, no empiece con el pie cambiado.
Lo primero de todo, debemos disponer de una plataforma sobre la que construir el nuevo blog, de forma que sea accesible desde Internet. Veamos cuáles son las decisiones y acciones más importantes que debemos tomar y realizar en esta primera fase de preparación y aprendizaje.
Es decir, el nombre con el que el público conocerá nuestro blog. Puede parecer una decisión banal (“si no me gusta, lo cambio después”), pero una mala elección puede tener muchas consecuencias negativas; por ejemplo:
Son muchos los factores a tener en cuenta para elegir un nombre de dominio y, en realidad, analizar y discutir todos daría para escribir un artículo por sí mismo de varias miles de palabras, así que os recomiendo leer este artículo, escrito por todo un veterano en esto del blogging.
No subestiméis el poder de un buen nombre de dominio y dedicadle todo el tiempo necesario hasta que estéis convencidos que el nombre elegido os agrada y representa lo que queréis, para ahorraros disgustos en el futuro.
Con el nombre de dominio decidido (no lo dejéis para después), el siguiente paso es buscar el proveedor dónde alojaremos nuestro blog y cómo gestionaremos su contenido. El primero dará visibilidad y acceso al Blog en Internet, mientras que el segundo nos proporciona el interface para escribir y publicar sus páginas y artículos.
Siendo nuevo en estos lares, es fácil caer en la tentación de acudir a las plataformas gratuitas de creación de blogs, como blogspot.es, blogger.com o wordpress.com, cada una con sus propios gestores de contenidos.
La principal ventaja de estas plataformas es que prácticamente no tienen curva de aprendizaje y apenas requieren gestión ni conocimientos técnicos por parte del bloguero: a los pocos minutos de crear el blog, ya podemos añadir nuestros primeros artículos.
Sin embargo, como contrapartida, presentan los siguientes inconvenientes:
Aunque la curva de aprendizaje es mayor, la mejor solución pasa por seleccionar nuestro propio proveedor de alojamiento y un gestor de contenidos bien asentado en el mercado que tenga una buena comunidad de usuarios al que acudir cuando tengamos alguna duda o problema.
El gestor de contenidos más extendido a día de hoy, con bastante diferencia con respecto al resto, es WordPress, que incluso podemos descargar gratuitamente e instalarlo en nuestro propio ordenador (solo para quienes tengan bastantes conocimientos técnicos).
Además, al ser el gestor más popular, no solo nos aseguramos tener el respaldo de una enorme comunidad de usuarios, sino que también encontraremos mayor número de proveedores de alojamiento que lo incluyan en su catálogo de servicios.
Llegados a este punto, podemos caer (otra vez) en la tentación de elegir el proveedor más barato (ésos de “1 euro al mes” y cosas así). Después de todo, “estamos empezando”.
Pero contratar un proveedor barato tiene un coste adicional que pagaremos a la larga:
A este respecto, solo puedo recomendar hacer un “pequeño” esfuerzo (estamos hablando de tarifas a partir de 6 euros al mes) y confiar nuestro blog a un proveedor de calidad:
Mi experiencia directa ha sido principalmente con dos proveedores de hostings, WebEmpresa y Raiola Networks, y no puedo más que recomendarlos. Si queréis saber más de ellos, en este artículo sobre optimización de WordPress los describo con más detalle.
Si finalmente te decides por uno u otro, pinchando en los siguientes enlaces puedes disfrutar de un descuento del 20% sobre sus tarifas (en el caso de WebEmpresa, debes incluir el cupón “cupon20”):
Al contratar un servicio de alojamiento WordPress, normalmente el proveedor proporciona (o debería, no puedo hablar por los, ejem, “económicos”) una guía para activar y publicar el blog en pocos pasos sin muchas complicaciones ni florituras.
Si nunca antes has lidiado antes con WordPress, dedica un tiempo a conocer y familiarizarte con el gestor de contenidos tal como te lo entregan. Olvídate, por ahora, de instalar esas cosas tan molonas que se llaman plugins, de meter anuncios para sacarte un dinerillo, de insertar vídeos en los artículos, o de cambiar la apariencia del blog.
Aunque ya tengas el nombre de dominio contratado, mientras no lo divulgues (¡ten paciencia!) nadie podrá ver lo que haces, así que haz todas las pruebas que necesites hasta que sepas utilizar bien el interface de administración de WordPress (llamado “Escritorio” o “Dashboard”):
Utiliza para ello las guías y vídeos que te proporcione el proveedor, aunque mira también vídeotutoriales en YouTube, e intenta repetir las mismas acciones que expliquen en los vídeos hasta que te quede bien claro.
Ten cuidado con los vídeotutoriales de YouTube. Muchos se centran en un determinado proveedor o un determinado tema, y pueden confundirte más que ayudarte, pues puede haber diferencias considerables entre proveedores y temas (sobre todo si éstos incluyen muchos servicios).
Con este vídeotutorial de Pablo Alba no tendrás este problema, pues repasa las características del Escritorio de WordPress de forma genérica y podrás aprender rápidamente a crear y editar entradas, páginas y menús; a subir imágenes a la librería de medios; a gestionar las categorías y etiquetas de las entradas; o a configurar WordPress.
Solo cuando te sientas cómodo con el escritorio de WordPress, estarás preparado para el siguiente paso: darle una apariencia que a ti te guste. La apariencia de un sitio web o blog en Worpdress la determina lo que se llama el tema (o “theme” en inglés).
Tu proveedor te suministra gratuitamente varios temas, normalmente bastante básicos. De hecho, en el punto anterior has utilizado uno mientras te familiarizabas con el Escritorio de WordPress (posiblemente, alguno de la serie “Twenty” que incluye el propio WordPress).
WordPress permite tener instalados varios temas para un mismo sitio web, aunque sólo uno de ellos puede estar activo (visible) cada vez. Comprueba cuáles te proporciona tu proveedor (bajo el menú Apariencia->Temas del Escritorio de WordPress), mira la “Vista Previa” de cada tema para ver cómo quedaría el blog, e instala aquellos que más te gusten:
Ahora, actívalos y pruébalos. No te fijes sólo en la nueva apariencia del sitio web, sino también lo que ha cambiado en el menú del Escritorio de WordPress. Porque, en WordPress, cuando cambias de tema, también pueden cambiar sus opciones, dependiendo de la complejidad y servicios adicionales del tema.
No te preocupes: al cambiar de tema, tu contenido no cambia, sino que tan solo se muestra diferente, adaptado a la nueva apariencia.
Verás que hay elementos de contenido en un tema que no existen en otros temas; sobre todo, bajo el menú Apariencia->Widgets:
En este caso, el contenido sólo se muestra en ese tema, pero no se pierde cuando activas otro tema, sino que solo se borra cuando también borras ese tema.
Ahora, ¡la pregunta del millón de euros! (ya será menos :P): ¿Con cuál de esos temas gratuitos quedarse?
La respuesta tan solo ocupa una palabra: “ninguno”.
El objetivo en éste y el punto anterior ha sido familiarizarse con WordPress. Como si quisieras empezar a correr: no empieces con planes de entrenamiento con series, tiradas largas, cuestas, fartleks, cambios de ritmo… ¡No! Primero, construye una buena base. Y eso es lo que has estado haciendo.
Y ahora ya te puedo explicar porqué no deberías usar ninguno de los temas gratuitos que proporciona WordPress o incluso los del propio proveedor:
Esto no significa que debas comprar rápidamente un tema, no. Hay muchos temas de pago que también ofrecen una versión gratuita, con menos funcionalidades, pero totalmente operativo y más que suficiente para los primeros andares de un blog. Y siempre tienes la opción de adquirir la versión de pago, sin perder nada de lo que hayas hecho.
Hay muchos sitios en Internet, llamados “marketplaces”, donde descargar y adquirir temas para WordPress, pero los más populares son Themeforest y WordPress.org. Empieza por ahí.
¿Qué debes pedirle a un tema? Además de que te guste (fundamental), debes asegurarte que sea de buena calidad porque el que sea pago no lo asegura. Fíjate en los siguientes puntos cuando consultes las características de un tema en el marketplace:
La mayoría de los desarrolladores de temas para WordPress ofrecen demos (“Live preview”) de sitios web con sus temas, que puedes visitar y navegar a través de Internet. Muchos de ellos, incluso, se pueden configurar y personalizar directamente sobre el sitio web, para que podáis comprobar en directo sus posibilidades.
En cualquier caso, instala siempre primero la versión gratuita y trastea con él. Si después de usarlo un tiempo te sigue gustando, entonces da el salto a la versión de pago (estamos hablando de precios medios de 50-60 euros… ¡para toda la vida!).
A estas alturas, ya tenemos un blog plenamente operativo y dispuesto para ser visitado y navegado a través de Internet, difundiendo su dirección web a los cuatro vientos.
Sin embargo, lo que da vida a un Blog no es solo que tenga una dirección web, sino que proporcione buenos contenidos, éste bien organizado y tenga una estrategia de publicación y difusión.
Quizás lo hecho hasta ahora sea lo menos gratificante para el nuevo bloguero, porque no está haciendo lo que quiere (escribir para su blog). Ahora, con la buena base construida en la fase anterior, por fin puede empezar a dedicarse a ello.
WordPress permite asignar una categoría a cada entrada del blog, según la temática que se trate en él. Por ejemplo, la categoría de este artículo que estáis leyendo es “Blogging”.
Un error muy común entre los principiantes suele ser el crear y asignar categorías a medida que escriben y publican nuevos artículos, sin pararse a pensar en un esquema de categorías.
Pero esta forma de actuar tiene varias consecuencias negativas a corto-medio plazo:
No podemos aspirar a tener totalmente cerrado un grupo de categorías al empezar un blog, pero sí tener bien identificados y descritos al menos una media docena de categorías, procurando evitar los inconvenientes anteriores. Te dejo este artículo que te ayudará a hacer esta selección.
WordPress también permite la utilización de etiquetas, para remarcar los puntos concretos más relevantes de cada artículo. En este caso, habitualmente tienden a ser bastantes, sobre todo a medida que el blog crece, y nuestra principal precaución debe ser evitar que haya etiquetas sinónimas o similares.
O, dicho de otra forma, que resuelva problemas a la gente. No sólo porque quieras que te visitan y lean (lo que harán solo si les solucionas o proporcionas algo que consideren útil), sino porque posiblemente estos usuarios satisfechos y agradecidos compartan tu contenido en las Redes Sociales.
Además, a partir de este comportamiento de los usuarios (leer y compartir), Google también sabrá que resuelves problemas y te posicionará mejor en sus resultados de búsqueda.
Por tanto, no escribas solamente lo que a ti te gustaría leer (que también, pero déjalo como un factor secundario), sino lo que a la gente le gustaría leer. Pero, ¿cómo saber lo que quieren?
Como bloguero, tienes varias formas de encontrar respuesta a esta pregunta:
A poco que te pares a pensar, posiblemente encuentres otras fuentes de inspiración cercanas a tu círculo (colegas de trabajo, grupos en que participas, amigos o incluso familiares): ten siempre puesta la antena para detectar un nuevo tema para tus artículos. Si aún así te quedas en blanco, espero que este artículo haga florecer nuevas ideas para tu blog.
Pero siempre con esta idea en mente: resolver problemas a los usuarios.
Hay decenas de Redes Sociales. ¡No se te ocurra darte de alta en todas ellas! Ni siquiera en las más conocidas y extendidas. Este es el error más frecuente al empezar un blog: darse alta en tropecientas Redes Sociales…
Porque estar por estar es “pa ná” e incluso contraproducente, porque:
En otras palabras, aquí el refrán “Quien mucho abarca, poco aprieta” se convierte en una realidad. Deberías focalizar tu estrategia social a aquellas redes que más se adapten a las características y objetivos de tu blog.
Es difícil, sino imposible, marcar unas directrices generales para elegir una u otra red social que sean válidas para cualquier blog, pero espero que lo siguiente te pueda ayudar:
Por último, no te limites a compartir tu contenido: interactúa con otros blogueros y usuarios, ya sea compartiendo sus contenidos o participando en debates o eventos virtuales (por ejemplo, alrededor de un hashtag en Twitter o de un grupo de Facebook).
No vives en una burbuja aislado del resto del mundo, sino que debes relacionarte y aportar tu granito de arena a la comunidad bloguera. Las Redes Sociales ayudan a compartir tu contenido e interactuar con otros blogueros y usuarios interesados en tu temática, pero no puedes limitar tu estrategia social solo a estas interacciones.
Conseguirás un trato más directo y personal si participas activamente en los blogs más populares y reconocidos que estén relacionados con su temática, a través de los comentarios de sus artículos. Pero hazlo bien:
Quizás sea este el punto más difícil de asumir por el nuevo bloguero. Aún existe esa imagen romántica del bloguero que escribe cuando le llega la inspiración, sin presiones externas, bajo la batuta de las Musas… Hazlo así y en tres meses, ni siquiera un año, tu blog habrá muerto de inactividad. ¡Garantizado!
Porque la mayor amenaza del blogger es creer que sólo debe escribir cuando está inspirado. Pero, damas y caballeros, la llamada de las Musas solo llega de una forma: ¡cuando estamos trabajando! Y sí, lo pongo así en negrita, cursiva y con enlace para que se vea bien (también lo iba a poner en mayúsculas, pero me hería los ojos).
Los seres humanos tenemos un peligroso hábito: la procrastinación. Que, traducido al español mundano, significa “deja para mañana lo que puedas hacer hoy”. Sí, la antítesis del conocido refrán (y que si existe, por algo será).
Como blogueros (en realidad, en cualquier actividad de nuestra vida), siempre estamos sujetos a procrastinar. Podemos leer decenas de libros, artículos y recomendaciones para evitarlo, pero siempre estará ahí, al acecho, para arrebatarnos nuestros logros y aguarnos la fiesta.
Si esperamos que nos llegue la inspiración, tened por seguro que la procrastinación le cerrará el paso. Una y otra vez. Inexorablemente. Hasta que os deis cuenta que han pasado las semanas y los meses… ¡y todo está todavía por hacer!
Establecer un calendario de publicación periódica de posts (o calendario editorial) no te librará de la procrastinación (si así fuera, no harían falta tantos libros ni artículos sobre el tema), pero el mero hecho de tenerlo y, sobre todo, de asumir el compromiso de seguirlo, te obligará a no esperar que vengan las Musas por la Gracia de Dios, sino a buscarlas tú mismo.
Y recuerda: la procrastinación no desaparece, permanece latente hasta que bajes la guardia. No sucumbas a la tentación de “tampoco pasa nada si lo publico pasado mañana en vez de mañana”. ¡Sí pasa! Porque la próxima vez no será un día de retraso, sino dos. Y después tres. Y después… ¡La parca!
No escribas al buen tuntún, de cualquier forma, sino siguiendo una estructura homogénea entre tus artículos, de forma de tus lectores sepan identificarlos y les ayude a moverse a través de su contenido.
Por ejemplo, si observas mis artículos, tienen la siguiente estructura:
Todos mis artículos siguen esta estructura, excepto los que están categorizados como “Consejos al minuto” que, por sus características especiales (se pueden leer en un par de minutos), tienen su propia estructura.
El estilo de redacción evoluciona con el tiempo. Lo normal es que a medida que vayas adquiriendo experiencia con el blog, se te ocurran nuevas fórmulas y elementos para mejorar la estructura, presentación o redacción de tus artículos. Adóptalas sin miedo, pero, salvo rediseño radical del sitio web, haz los cambios poco a poco, para no confundir a los lectores.
Comenzamos ahora con un aspecto que la mayoría de los nuevos blogueros no tienen en cuenta. Después de todo, si el contenido es el rey, <modo-vanidad on>”¿para qué hacer SEO si mi contenido tendrá mucha calidad?”<modo-vanidad off>.
Esto sería cierto si nuestro contenido fuera el único de calidad en Internet. Pero Internet es grande y hay mucho, mucho, contenido de calidad. Y, sin llegar al nivel de un especialista en SEO, el bloguero debe poner todo lo que pueda de su parte para que su contenido pueda competir con el de otros blogs para posicionarse en los buscadores.
La primera medida es instalar un plugin que nos ayude a optimizar nuestro contenido para el posicionamiento orgánico. A día de hoy, el más completo y popular para WordPress es Yoast SEO. Que éste sea el primer plugin que instales en tu nuevo blog.
El plugin interviene en el posicionamiento SEO desde dos niveles:
Aunque la utilización de este plugin no reviste dificultad (todo se hace a través del Escritorio de WordPress) ni tampoco son difíciles los conceptos que maneja, conocer el alcance y posibilidades de todas sus opciones de configuración requiere bastante aprendizaje.
En esta guía de Yoast SEO para WordPress, dividida en dos artículos por su extensión, tienes una explicación detallada de cómo utilizar paso a paso este plugin para conseguir la mejor configuración para el posicionamiento SEO sin necesidad de ser un experto en la materia.
Para comprender en qué consiste el sitemap de un sitio web y la utilidad que tiene para Google, permitidme utilizar la siguiente analogía.
Imagina que abren un nuevo centro comercial en tu ciudad y acudes a visitarlo. Contesta ahora a esta pregunta: ¿cómo puedes llegar a saber qué establecimientos hay dentro del centro comercial y lo que venden?
Tic, tac, tic, tac, tic, tac… 😉
Seguramente habrás llegado a estas dos posibles soluciones:
¡Pues para esto mismo sirve el sitemap! Google también tiene dos formas de conocer el contenido de nuestro blog: recorriéndolo de arriba abajo, o a través del sitemap que le suministremos.
Básicamente, el sitemap es un fichero de texto (en realidad son varios, pero no lo compliquemos más) con las direcciones de cada una de las páginas web de tu blog, junto a información adicional sobre ellas (como la fecha de creación, el título de la página, las imágenes que contiene, etc.).
Google no necesita el sitemap para recorrer y conocer nuestro blog pero, como un mapa, le ayuda a conocer la disposición del sitio web sin necesidad de visitarlo página a página y puede utilizar la información adicional que incluye para sus algoritmos de indexación y posicionamiento orgánico.
Afortunadamente, no tienes que escribir el sitemap tú mismo, sino que el plugin Yoast SEO (¿recuerdas? Lo instalamos en el punto anterior, ¡bien!) lo genera automáticamente por ti y lo actualiza cada vez que creas nuevas páginas y artículos o los modificas:
Por defecto, Yoast SEO genera el sitemap con el nombre “sitemap_index.xml”. Recuerda bien la dirección completa del sitemap en tu sitio web, porque en breve deberás utilizarlo…
En WordPress, hay diversos sistemas para crear la dirección URL de una página web. Esto es, la dirección que debemos escribir en el cuadro de texto del navegador para acceder y ver esa página.
Por defecto, WordPress utiliza un formato del tipo “www.mi-dominio.com/?p=12345”, donde cada página tiene un número distinto. Una dirección de este tipo presenta dos problemas:
En cambio, una dirección del tipo “www.mi-dominio.com/blogging/guia-crear-blog-principiante” suministra mucha información solo con verla:
Esta información no solo es útil para las personas, sino también para los buscadores, que son capaces de leer y entender las palabras en las direcciones de las páginas web, utilizándolas para indexarla y posicionarla en las búsquedas.
Activar este tipo de dirección en WordPress no puede ser más fácil. Basta seleccionar y rellenar la opción “Estructura personalizada” en el menú Ajustes->Enlaces permanentes del Escritorio de WordPress, tal como sigue:
Observad cómo la categoría adquiere aquí especial relevancia, pues forma parte de la dirección de las páginas web. Por eso era tan importante que pensáramos con antelación cómo categorizaríamos nuestros artículos: porque también definirá la arquitectura de la información de nuestro blog.
A través de la consola de búsqueda («Search Console«), Google nos informa de cómo rastrea (recorre) e indexa nuestro sitio web, los datos que tiene sobre nuestras páginas y las búsquedas que hacen los usuarios para llegar a éstas.
A diferencia de otras herramientas que hemos visto anteriormente, que no necesitabas conocer en profundidad ni dominarlas para sacarles provecho, en este caso sí que debes aprender a utilizar a fondo la consola de búsqueda y a interpretar correctamente la información que te proporciona.
No subestimes la importancia de la consola de búsqueda. Recuerda que parte del éxito de un blog depende directamente del número de visitas que le lleguen desde los resultados de búsqueda de Google. Saber cómo te llegan las visitas y qué buscaban puede ser determinante para decidir tu estrategia de publicación de artículos.
Pero no te asustes, no necesitas aprenderlo “ya mismo”. El posicionamiento orgánico, por definición, es un proceso lento, que requiere tiempo para dar sus frutos y madurar. No lo dejes de la mano, pero tampoco te agobies.
Lo que sí que es absolutamente imprescindible es que te crees una cuenta en la consola de búsqueda (que utiliza la misma que gmail) y añadas tu sitio web como una nueva propiedad:
A partir de aquí, dedica un rato cada día a utilizar y entender esta potente herramienta, con ayuda de este artículo sobre planificación y seguimiento de la consola de búsqueda. Sin prisas, pero sin pausa, pero tu primera tarea consistirá en introducir la dirección de tu sitemap (¿recuerdas que lo apuntaste en el punto 12?):
Seguramente habrás leído sobre las palabras clave (o “keywords”) y lo importantes que son para el posicionamiento SEO. Déjame que te cuente un secreto… ¡olvídate de ellas!
Ahora que he llamado vuestra atención, y para aquellos de vosotros que os hayáis quedado ojipláticos, dejad que me explique:
En pocas palabras, obsesionarse con analizar y utilizar palabras clave sin el conocimiento y experiencia adecuados puede provocar más perjuicio que beneficio.
Aclarado esto, ¿qué debería hacer el nuevo blogger? Dedicar tiempo a su cometido principal; a saber: encontrar temas que produzcan interés entre los usuarios para escribir contenidos que les proporcionen valor y satisfagan esa necesidad.
Por sí mismo, este trabajo de investigación de temas de interés (tarea que ya identificamos en el punto 6 de esta guía) ya nos dará las palabras clave que deberemos incluir en nuestro artículo, desde el título hasta las diferentes secciones del contenido. Pero hagámoslo inteligentemente:
Para terminar este punto, una aclaración. El análisis de palabras clave sigue siendo un proceso clave para el posicionamiento orgánico. El bloguero no debe desentenderse de ello, sino que, como con la consola de búsqueda, debe adquirir el hábito de aprender poco a poco, sin prisa pero sin pausa, cómo analizarlas y optimizarlas.
No sólo de texto vive el lector, sino que las imágenes pueden utilizarse para cumplir dos funciones importantes dentro del contenido de texto:
Las imágenes pueden disponer de leyendas o pies de foto que describen el contenido de la foto. No son imprescindibles, pero son una oportunidad para destacar algún concepto que nos interese (una variación de la palabra clave sería válida, pero no imprescindible).
Lo que sí deberemos hacer siempre es incluir un texto alternativo a cada imagen que utilicemos, que describa en pocas palabras (menos de 10) lo que se muestra esa imagen:
Como Google no tiene ojos (todavía), utiliza este texto alternativo para tener una idea del contenido de la imagen. Así que debemos procurar que sea una descripción significativa y relacionada con la temática del artículo donde está incluida la imagen
Pero, por favor, si en la imagen aparece un caballo relinchando, no pongáis como texto alternativo: “Soldados imperiales disparando contra las fuerzas rebeldes de Xuz” (si se me permite la frikada). Quizás Google no se dé cuenta, pero los lectores sí.
Ahora bien, dado que las imágenes son los recursos que ocupan mayor tamaño, debemos tomar algunas precauciones al incorporarlas a nuestro contenido:
En el punto 5 de esta guía os mencionaba la necesidad de preparar una lista preliminar de las categorías que tendrá el nuevo blog. Por su parte, WordPress genera automáticamente páginas-índice para cada categoría, donde muestra un listado-resumen con los artículos de esa categoría.
La información que muestra este listado depende del tema instalado pero, en general, suele mostrar lo siguiente:
La dirección de las páginas de categoría se forma con la dirección del blog y el propio nombre de la categoría: www.mi-dominio.com/nombre-categoria.
WordPress permite añadir información adicional a la página de categorías, para describir cada categoría e incluir, por ejemplo, alguna imagen:
El nombre de la categoría debería ser suficientemente descriptivo para que los usuarios sepan qué encontrarán en ella pero, si acceden a su página índice, esta pequeña introducción nos permite explicarles nuestras intenciones y objetivos para esa categoría. Echad un vistazo, por ejemplo, a mi página de la categoría Recopilación.
Por otro lado, los buscadores también acceden y leen esa primera página, por lo que es una pequeña oportunidad para orientarles en el tipo de contenido que vamos a ofrecer y así ayudar un poco en el posicionamiento orgánico.
Las etiquetas también tienen su propia página-índice, con las mismas características que la de categorías, pero dado que puede haber cientos de etiquetas y que suelen ser temas o aspectos muy específicos, no tiene mucho sentido añadir una descripción a cada una de ellas. Acabaría siendo un trabajo titánico a medida que el blog crece y aumenta el número de sus artículos.
Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas, decía Antonio Machado. Máxima totalmente aplicable al SEO, en el que hacer algo mal o elegir el camino corto suele tener consecuencias negativas, traducidas en penalizaciones en el posicionamiento de nuestras páginas, de las que después resultará muy difícil y laborioso recuperarse.
¿Recordáis cuando hablábamos, allá por la introducción de este artículo, de la motivación, la disciplina… y la paciencia? Debemos mimar especialmente esta cualidad.
Porque cuando pasan los meses y comprobamos, con cierta desesperación, que no conseguimos despegar del todo en los resultados de búsqueda o que el número de visitas se ha estancado, podemos sentirnos tentados a saborear las (traicioneras) mieles del lado oscuro del SEO: el Black Hat SEO.
Solo te puedo decir una cosa: “resistir tú debes”.
Y no solo del Black Hat SEO debes huir, sino también de la gama de grises (“Gray Hat SEO”). Porque, sí, es posible que utilizando estas técnicas consigas resultados positivos en relativamente poco tiempo. Pero la Alianza Rebelde… estoooo, Google lucha continuamente contra este tipo de prácticas y mejora su algoritmo de búsqueda diariamente (sí, diariamente) para detectarlo.
Para terminar esta guía, ahora veremos algunas recomendaciones que ayudarán a mejorar el funcionamiento general de WordPress, tanto desde el punto de vista de la seguridad, para que nadie hackee nuestro sitio web, como del mantenimiento y del rendimiento, para que el tiempo de respuesta de WordPress sea lo más corto posible.
Quizás pienses que tu nuevo blog no despierte el interés de los hackers y que no tendría mucho sentido que la atacasen. Quizás tengas razón, pero los hackers no funcionan así. No van web por web decidiendo si vale la pena atacarlas o no, sino que utilizan bots que recorren automáticamente todas las webs buscando puntos vulnerables de ataque.
Aunque puedes encontrar muchas recomendaciones de seguridad en Internet, muchas de ellas requieren tener bastantes conocimientos técnicos para acometerlas correctamente. Además, son tan sensibles que un pequeño error al realizarlas puede provocar la caída de nuestra web y que no sepamos cómo reactivarla.
Afortunadamente, WordPress dispone de plugins que ponen en práctica todas estas recomendaciones y protegen tu web contra este tipo de ataques. Entre los más conocidos están Wordfence Security, iThemes Security y Sucuri Security. A mí me gusta más Sucuri, porque su interface de usuario me resulta muy intuitivo y fácil de utilizar, pero cualquiera de ellos te protegerá eficazmente.
Un aspecto, muy relacionado con la seguridad, que solemos olvidar poco son las copias de seguridad. Todos sabemos que son necesarias, pero remoloneamos a la hora de hacerlas. Pero para nuestro sitio web, abierto a todo el mundo, no podemos permitirnos que un borrado accidental o la instalación errónea de un plugin nos deje sin dar servicio.
De nuevo, disponemos de múltiples plugins para hacer copias de seguridad. Quizás uno de los más completos sea BackWPup, fácil de utilizar y configurar. Sea cual sea el que elijas al final, apréndete bien cómo restaurar una copia de seguridad, para que estés seguro cómo hacerlo cuando haga falta y la caída de tu sitio web dure el mínimo tiempo posible.
En WordPress, las páginas web no existen físicamente como ficheros almacenados en el servidor, sino que son generadas dinámicamente cada vez que alguien las visita desde Internet.
Esto supone un consumo de recursos del servidor (memoria y procesador). Cuando hay pocas visitas, esta carga de trabajo no supone una merma en el rendimiento del servidor, pero sí puede convertirse en un problema a medida que las visitas aumentan, llegando a reducir considerablemente el tiempo de descarga de las páginas web.
Para evitarlo, los plugins de caché guardan una copia de cada página web como un fichero estático, de forma que no haga falta generarla cada vez que un usuario accede a ella, sino que se le muestra ese fichero. De esta forma, los tiempos de respuesta del servidor mejoran mucho y los usuarios navegan más fluidamente a través del sitio web.
Por supuesto, los plugins de caché se encargan de asegurar que los ficheros estáticos estén actualizados y que, si hemos modificado alguna página web, el visitante vea una copia actualizada en su navegador.
Para quien no quiera meterse en muchas complicaciones técnicas, uno de los mejores plugins de caché es WP Super Cache. Tiene un interface muy sencillo y fácil de entender, que no requiere tener conocimientos técnicos.
Pero quien quiera ir un paso más allá y exprimir al máximo las posibilidades de la tecnología caché, uno de los más versátiles en este sentido es W3 Total Cache. Pero, os aviso, utilizar su configuración avanzada requiere estar muy, muy seguro de saber lo que se está haciendo, porque incluso podríamos dejar la web sin servicio.
A poco que empezamos a utilizar WordPress y descubrimos el maravilloso mundo de los plugins, casi siempre nos dejamos seducir por su atractivo y empezamos a instalar mil y un plugins, aun cuando la mayoría de las veces quizás ni siquiera no los necesitamos, pero como son tan molones…
Cuando instalamos un plugin, solo somos conscientes de lo que sucede a plena vista; esto es, la funcionalidad o servicio que el plugin proporciona al sitio web. Pero lo realmente importante es lo que ocurre en la trastienda, en las tripas de WordPress:
Antes de instalar un plugin en WordPress, asegurémonos que realmente sea útil para el sitio web y nuestros usuarios. Leamos bien sus características, veamos ejemplos de uso y analicemos bien qué impacto podrá tener en nuestra web. Instalémoslo solo cuando estemos bastante seguros que aportará algo, sean más visitas, mejor experiencia de usuario o mejor funcionamiento del sitio web en general.
Cuando tu blog lleve varios meses funcionando a pleno rendimiento y tus visitas empiecen a aumentar, es el momento de dar un salto de calidad con la experiencia que has acumulado en este tiempo.
En concreto, empezar con la segunda parte de esta guía de optimización WordPress para acelerar la descarga y navegación a través de tus páginas web. Si has seguido los 21 consejos anteriores, no necesitarás tener en cuenta la primera parte de la guía, pero si no fuera así… 😉
Quien nunca ha montado un blog anteriormente y da el paso de crear su primer blog, inicia su andadura bloguera en modo “apagafuegos”: soluciona (más bien, medio-soluciona) los problemas que se encuentra como buenamente puede, sin planificar ni analizar detenidamente las distintas alternativas de actuación y sus consecuencias.
Y, al final, pasa lo que pase con todos los parches: aguantan hasta que no dan más de sí y explotan. Normalmente todos juntos. Y, entonces, el bloguero se encuentra superado por cómo se acumulan los problemas, que le quitan el tiempo que necesitaría para hacer lo que quiere y le gusta: generar contenidos para su blog.
En este punto, el bloguero puede perder la ilusión y entusiasmo iniciales y corre el riesgo en formar parte de ese 95% de blogs que desaparecen durante su primer año de vida.
Los 21 consejos de esta guía ayudan a reducir este riesgo, anticipándose a esos problemas y evitando los errores que le conduzcan al abandono, divididos en 4 grupos:
Estos consejos no garantizan el éxito de un blog, pero sí que, después de 6 meses de publicaciones, el bloguero no tendrá que preocuparse de deshacer entuertos y podrá concentrarse en lo que quiere y sabe hacer bien: escribir sus contenidos de calidad.
Nada ni nadie puede garantizar el éxito de un blog, aunque está claro que solo motivación y perseverancia no es suficiente. ¿Qué otras recomendaciones darías a quien quiere empezar un blog, sin experiencia previa? ¿O, como dicen muchos “gurús”, crees que la mejor forma para prepararse para el éxito es haber fracasado antes?
Imágenes: freepik, elaboración propia.
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Hola Antonio, pasada de artículo, los consejos de running ya son tarde, tengo la rodilla jodida por lo que cuentas al principio del post jajaja Seguiré los consejos para no morir el primer año con mi blog, gracias Saludos!
Hola, Raúl:
Me alegro que te haya gustado el artículo.
Suerte en tu iniciativa y paciencia, con tesón y paciencia, pasarás del primero año... ¡y de los siguienteS! ;)
¡¡Un saludo!!
¡¡casi un libro!!, mas que un artículo. Creo que no te has dejado nada que necesite un principiante.
Yo soy un principiante y tus consejos me vienen que ni al pelo. Aunque, tal vez, soy un tanto raro como principiante porque soy desarrollador y, por tanto, me hago mis propias plantillas y todo el software del sitio.
Me quedo con lo de "paciencia y mas paciencia", creo que es lo fundamental para que un blog salga adelante. Por eso, si me lo permites, creo que puedo dar un consejo a otros principiantes:
- Yo ensayaría un par de meses con el CMS wordpress en mi propio ordenador antes de lanzarme a instalarlo en un servidor. No es tan difícil de hacer:
1- buscas en google la cadena "xampp". Es el servidor local "apache" para instalar en tu ordenador.
2- lo descargas y sigues las instrucciones para instalarlo.
3- activas el servidor local. (pulsas el icono que ha quedado en tu escritorio y activas los botones "MyPHP" y "MySQL"). Cuando se pongan en verde cierras la pestaña.
4- buscas en instalas el CMS wordpress siguiendo las instrucciones.
5- ya puedes utilizarlo. Para ello no tienes mas que teclear en tu barra de direcciones del navegador "localhost", o, si le has dado un nombre al CMS durante la instalación, teclea "localhost/nombre-que he dado.php"
Gracias, Juan Carlos, me ha gustado mucho tu aportación, que será muy útil para quienes tengan un perfil técnico y quieran experimentar primero en local. Además, eso les evitará tener que utilizar dominios temporales, redirecciones o, cuando ya esté operativo, hacer pruebas "en vivo".
Aunque no sea técnicamente demasiado complejo, quienes solo tengan perfil de usuario con los ordenadores, este tipo de entorno puede ser un verdadero atolladero para ellos. Sin embargo, para desarrolladores y similares, deberían empezar así, sin lugar a dudas.
¡Un abrazo!
Excelente post Antonio, claro y conciso como siempre,, me encanta..
Gracias, Manel, por dejar tu comentario. Me alegro que te haya gustado el post.
Ése siempre es mi propósito: ser lo más claro posible, sin terminologías técnicas complicadas, para que sea fácil de entender y seguir.
Un abrazo!!